duminică, 9 decembrie 2012

Esto (Czeslaw Milosz)


Si pudiera finalmente decir qué se halla en mí.
Gritar: gente, os he mentido
Al decir que no se encuentra en mí,
Cuando ESTO está allí siempre, día y noche.
Aunque precisamente gracias a esto
Pude describir vuestras inflamables ciudades,
Vuestros amores breves y los juegos que se convertían en carcoma,
Los pendientes, espejos, un tirante que se desliza,

Escenas en dormitorios y en campos de batalla.

Escribir era para mí una estrategia defensiva
Para borrar las huellas. Porque nadie quiere
A quien desea alcanzar lo prohibido.

Apelo a la ayuda a los ríos en los que nadaba, de los lagos
Con una pasarela entre los juncos, del valle
Donde la luz del crepúsculo acompaña el eco de una canción,
Y confieso que mis loas extáticas de la existencia
Podían ser sólo ejercicios de un estilo elevado,
Y por debajo estaba ESTO que no voy a intentar nombrar.

ESTO se parece al pensamiento de un vagabundo cuando avanza por una ciudad extraña y helada.

Y se parece al momento cuando un judío, acorralado, ve acercarse los pesados cascos de los soldados alemanes.

ESTO es cuando el hijo del rey va a la ciudad y ve el mundo real: miseria, enfermedad, vejez y muerte.

ESTO también se puede comparar a las facciones inmóviles de alguien que ha comprendido que ha sido abandonado para siempre.

O a las palabras del médico sobre una sentencia irrevocable.

Porque ESTO significa topar con un muro de piedra
y entender que ese muro no cederá ante nuestros ruegos.

(Traducción de Xavier Farré)

Niciun comentariu: